jueves, 1 de marzo de 2012

Por si no hay mañana...





Un día decidí que quería escribir un libro, y ese mismo día prometí que le regalaría por lo menos una de sus páginas a alguien. Pues acá estoy, cumpliendo lo que prometí. Si, justo hoy... un día normal, común y corriente, pero también un día en el que Dios decidió, con nueve meses de antelación, que llegara al mundo alguien especial. Una persona que tal vez no es la más perfecta de éste mundo, pero que igual con sus imperfecciones se ganó mi cariño.

¿Lo conoces? Bueno esa persona hoy cumple 20 años. Tiene un gran corazón, es luchador, sincero, gran amigo… Simplemente esa persona es alguien especial.

Un día esa persona confió en mí, y desde ese momento sentí que haría todo lo posible por no defraudarle. Poco a poco lo fui conociendo y cada día lo quise un poquito más.

Es increíble como en tan poco tiempo pude compartir tantas cosas con “esa persona”, y doy gracias a Dios porque allá sido así. Ya que por ésa razón hoy puedo decir que lo considero mi amigo… y no cualquier amigo de esos que conocemos un día y luego dejamos de ver, de hablar, y hasta de recordar ¡NO!, podría asegurar que él si es un amigo de verdad. Es la clase de amigos que aunque lo hayas conocido en un lugar específico, cualquier lugar es perfecto para pasarla con él. Es aquel con el que puedes tener la misma conversación por mensajes, internet, pin o en persona, incluso cuando ninguno de los dos dice nada. Y es la clase de amigos, que no se olvida… porque siempre los llevas en el corazón.

¿Saben? Creo que se me hizo costumbre el que siempre me haga bromas sobre mi cabello, o mis sonidos “poco agradables” cuando me río xD. Me gusta que hablemos o nos veamos a menudo. Es bonito darnos los buenos días o las buenas noches por mensaje. Ponerme con él a hacer el ridículo en la calle o simplemente ir en autobús, taxi o carrito; y que se nos ocurra cualquier conversación, eso me agrada. No importa si hacemos planes o no, compartiendo con él siempre la paso bien. Definitivamente él poco a poco se va ganando mi corazón.

Sé que muchos dirán: ¿Esta chica se volvió loca? ¿De quién habla?

Pues estoy contando la historia de un PEQUEÑO SALTAMONTE.
Desde el momento en que lo conocí, nunca me imaginé que sería así de importante para mí. Hoy quiero darte las GRACIAS, por entrar a mi vida, por regalarme tú amistad, por confiar en mí, por hacerme reír, por tu cariño, tu compañía… Simplemente gracias por estar allí.

Demás está decirte que cuentas conmigo, que TE QUIERO, y que cuándo necesites de un hombro para llorar AQUÍ ESTARÉ, cuando quieras compartir tu alegría AQUÍ ESTARÉ, y cuando en el mundo sientas que estás solo, recuerda que Dios está contigo y yo por medio de él AQUÍ ESTARÉ para recordártelo y darte un fuerte abrazo.

Esta es la primera vez que te digo FELIZ CUMPLEAÑOS, desde que te conozco. Y espero que Dios me dé la oportunidad de felicitarte por muchos cumpleaños más.

De todo corazón, que Dios te bendiga siempre y a tu familia. Sabes que creo en ti y estoy segura de que todo aquello que sueñes, lo puedes lograr. No temas a los obstáculos que se interpongan en tu camino, ni desmayes por las derrotas. Recuerda que detrás de las dificultades de la vida, hay un nuevo comienzo, una nueva oportunidad de hacer posible lo imposible… y tu, puedes hacerlo (Yo lo sé).

Y bueno, se que muchas veces las palabras se las lleva el viento… pero quiero que sepas que las mías vienen de corazón, un corazón sincero que simplemente quería darte un pequeño, pequeñísimo detalle para que supieras lo importante que eres para mí. Nunca olvides sonreír, ése sería un buen motivo para yo hacerlo, tu sabes… sonríes, sonrío.

TE QUIERO MUCHÍSIMO PEQUEÑO SALTAMONTE, FELIZ CUMPLEÑOS.



Una amistad es fabricada en el cielo y puesta en el mundo para nuestra bendición.              
“Todo buen regalo y todo don perfecto, viene del cielo”. Santiago 1:17


No hay comentarios:

Publicar un comentario